1. Se trata de un fallo típico de la Corte Internacional de
Justicia. La CIJ nunca da la razón por completo a ninguna de las partes.
Por tanto, los escenarios más optimistas para Perú y Chile debían descartarse
y, por tanto, algún tipo de solución mixta se iba a producir. Hacia los 45
minutos de sentencia, cuando se señaló que el Convenio sobre Zona Especial
Fronteriza de 1954 fijaba algún tipo de límite, podía vislumbrarse por donde
iba el fallo, pero no la precisión de cuál iba a ser la frontera. Por ello era
necesario esperar a la lectura completa.
2. ¿En qué gana Chile? En que la frontera marítima se
fija desde una proyección en el Hito N° 1 y no en el Punto Concordia. Es aquí
donde el Perú mantiene playa, pero el mar es chileno (lo que se llama “costa
seca”, en 264 metros). Asimismo, la CIJ - y es aquí donde los abogados expertos
en derecho internacional entrarán más en detalle - ha reconocido que un acuerdo
de pesca puede ser un “acuerdo tácito” por los hechos propios del Perú. Es
decir, que al reconocer ese límite en la práctica, es lo que corresponde a
Chile.
3. ¿En qué gana el Perú? Para empezar, lo que llamamos el “triángulo
exterior”, una zona que no estaba en nuestro dominio y que Chile no quería que
tuviéramos (a pesar que no la reclamaba). Asimismo, gracias a que la CIJ fijó
una línea equidistante entre ambos países a partir de las 80 millas, Perú ganó
también parte de la zona económica exclusiva que reclamaba.
4. El tema de los pescadores artesanales a ambos lados de la
frontera: Es el tema de discusión en estas horas. Desde Tacna, no han
faltado las llamadas a diversas radios señalando que el fallo les era adverso
porque no habían podido ganar nada. Mientras que en La Tercera de
Chile, pescadores de Arica señalan que también pierden con la
sentencia. Es aquí donde los gobiernos de ambos países deberán hilar más fino y
explicar en sencillo cuáles serán las repercusiones del fallo para esta
actividad.
5. Lo mejor: Hay que decirlo: la
transmisión del canal del Estado, impecable por donde se le mire.
6. Lo peor: Que Alan García no esperara a
la declaración presidencial oficial para despacharse a su gusto en los canales
que lo apoyan en su campaña electoral. Y luego, por supuesto, el mitin
improvisado de Humala con bandera nacionalista incluida (echando por la borda
el sobrio discurso presidencial en Palacio).
¿Es lo
que queríamos ganar? No. ¿Es más de lo que teníamos hasta ayer? Sí. Pero lo más
importante es que, por fin, luego de 193 años de vida como nación
independiente, cerramos todas nuestras fronteras. Y ese es el principal triunfo
de la jornada de hoy.