Por
Omar Gonzales.- El
Consejero Regional de Cañete Vladimir Rojas Hinostroza vuelve a estar en el ojo
de la tormenta por el extraño robo de una computadora portátil suscitado en las
instalaciones del Consejo Regional de Lima ubicado en el Malecón Roca en la
ciudad de Huacho.
El lamentable suceso ocurrió en la
oficina del Consejero Delegado de Cajatambo Vicente Sabino Rivera Loarte donde
misteriosamente desapareció una laptop el último viernes 02 de octubre en horas
de la tarde. Al hacer las indagaciones correspondientes los trabajadores de
limpieza y de seguridad de este local han llegado a señalar que ese día el
único que logró ingresar a esa oficina había sido el Consejero de Cañete
Vladimir Rojas porque manifestó que quería cambiarse de ropa.
Al momento de salir con sus maletas y
abandonar las instalaciones del Consejo Regional, el cuestionado Vladimir Rojas
salió raudamente de este lugar, pero nadie se atrevió a registrarle sus
pertenencias. Horas después al retornar a su oficina el consejero de Cajatambo
Vicente Rivera se dio con la ingrata sorpresa que su computadora portátil había
desaparecido como por arte de magia. Luego de haber transcurrido cinco días del
hurto, todos los que laboran en esta entidad del Gobierno Regional han llegado
a la conclusión de que el consejero cañetano tendría mucho que ver en la
sustracción de la laptop; además, que este señor ya tiene antecedentes de estar
involucrado en casos similares de robos de equipos informáticos.
Como se recordará el día 26 de
diciembre del 2014 se desaparecieron modernos y costosos equipos del área de
imagen del Gobierno Regional de Lima, en ese entonces el jefe de esta oficina
de prensa era el controvertido Vladimir Rojas. Algunos empleados aseguraron que
el actual consejero de Cañete había mencionado varias veces que antes de dejar
su cargo se iba a llevar estos equipos valorizados en 50 mil nuevos soles
aproximadamente.
Ahora, ante este nuevo caso de robo de
computadoras, los consejeros deberían expresar su enorme preocupación y además
exigir una exhaustiva investigación, pero lamentablemente una vez más se han
quedado de brazos cruzados y no han querido decir absolutamente nada. Una vez
más en el Consejo Regional de Lima queda demostrado que: “Otorongo no come
Otorongo”.
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